viernes, 18 de abril de 2014

11ª tarea de profundización

La actividad consiste en recoger los grandes retos del sistema educativo actual. El texto de la actividad dice lo siguiente: Seguidamente el alumnado se centrará en dos de ellos, reflejando las medidas organizativas y curriculares propuestas por la Administración, y finalizará proponiendo otras medidas, que -según su opinión- pueden ser necesarias.
Como alternativa a esta tarea se nos propone que a la hora de hablar de los retos del sistema educativo, podemos hacer referencia a si estamos a favor de un enfoque comprensivo o diversificado, y justificar por qué. 
En el vídeo que se muestra a continuación, y visto previamente en clase, se hace alusión a esto con dos figuras muy diferenciadas que defienden un modelo u otro. También podemos reflejar nuestra opinión justificadas sobre si algunas medidas para superar esos retos son eficaces y adecuadas desde un punto de vista pedagógico, y sobre qué es necesario diversificar en nuestra opinión: los objetivos e itinerarios o las metodologías con las que atendemos al alumnado.


   Los retos que debe alcanzar el sistema educativo actual tiene unas causas múltiples, unas inherentes al propio sistema y otras achacables al entorno social en que éste se desenvuelve.
Por un lado, en este país existe una alta tasa de fracaso escolar, lo que conlleva asociado un alto índice de abandono, y a que los alumnos y alumnas que abandonan el sistema muestren grandes lagunas en competencias básicas.

   Algunas de las causas propias del sistema y del entorno social que podemos considerar son las siguientes:
  • La pluralidad del alumnado en las primeras etapas lo que requiere de una atención más individualizada.
  • Metodologías docentes con poca aplicación práctica.
  • Necesidades de formación en el profesorado, para que puedan cumplir el rol que se les exige actualmente, no sólo como transmisores de conocimiento, si no también como orientadores y entrenadores del alumnado en el proceso de aprendizaje.
  • En cuanto al entorno social, podría citarse como causa la falta de reconocimietno social de la profesión de maestro, y no sólo de la profesión, si no también de la importancia de enseñar, y por tanto, aprender.
  • La cultura del consumismo, y me refiero al hecho de pensar más en cómo conseguir cosas materiales, que en preocuparse en cómo alcanzar el desarrollo pleno como persona; en definitiva, el tener frente al ser.
  • La brecha existente entre la escuela y las familias. Esa desconfianza hacia el cuerpo docente unido al ritmo de trabajo y falta de tiempo al que estamos acostumbrados hoy día, provoca una falta de cooperación y entendimiento mutuo para llevar a cabo la educación de cada alumno/a de manera conjunta y coordinada.
  • Unido a esto último, los docentes carecen de una autoridad reconocida por el alumnado.
  • Y existe también la falta de asimilación por parte de los alumnos y alumnas de lo importante que es fijarse el objetivo de aprender como vía de desarrollo personal en todos los sentidos. Quizá la creencia de las escasas expectativas de éxtito laboral en el futuro, derroca a una edad temprana el esfuerzo por superarse a uno mismo.

   De todos los retos a superar para la mejora de la calidad de nuestro sistema educativo actual, a mí me gustaría por un momento hablar acerca de la formación del profesorado, que en mi opinión está directamente relacionada a la falta de prestigio social.
   La nota de corte para acceder a una Facultad de Educación por lo general es muy baja en España,mientras que para acceder a una Facultad de Medicina la nota de corte es elevadísima (en comparación). Los médicos, una profesión considerada por cierto de prestigio en este país, antes de serlo, fueron a la escuela; ¿cómo es posible que la base de su educación, los pilares de lo que serían en un futuro, se construyera gracias a personas a las que la sociedad no reconoce su labor? Pues porque creo que el pensamiento generalizado sobre esta profesión es que cualquiera puede acceder a ella, y en principio es así, porque las propias facultades no ponen filtro alguno para mejorar la calidad de los docentes que forma.
Sería una manera de asegurar el carácter vocacional de su elección frente a otras profesiones, el hecho de exigir una nota media de acceso más alta a los futuros docentes, y por supuesto reforzar en sus planes tanto la enseñanza de metodologías didácticas como la de contenidos, para que reviertan al mercado laboral, y por tanto a la sociedad, profesionales de la educación aún más especializados.
   Los maestros y maestras deben poseer una buena formación inicial, y deben más aún procurarse una formación permanente que les permita adaptarse a los cambios en cualquier momento, a estar lo suficientemente motivados como para invertir más tiempo en cada alumno/a y centrar la enseñanza en el alumnado, y no en su persona.
   Me parece muy importante y significativo de un buen maestro, el ser capaz de vincular en cada momento aquello que se enseña con sucesos reales y de una forma que motive al estudiante. Con esto último reflejo mi opinión acerca de lo que es necesario diversificar para dar respuesta a las necesidades de un alumnado plurar.
   Para mí, sin duda, las metodologías didácticas empleadas para alcanzar un aprendizaje significativo en los estudiantes deberían ser tan distintas como distintos son los alumnos. Diversificar la metodología pedagógica empleada, partiendo desde una buena formación del profesorado para llevar a cabo tal tarea, no siempre fácil, nos permitiría, si no del todo, al menos en parte, restarle cifras a la tasa de fracaso escolar de este país.

   En cuanto a si estoy a favor de un enfoque comprensivo o diversificado, sin duda alguna me decanto por el modelo comprensivo, general, igual para todos hasta una cierta edad, aunque diversificado y adaptado a las necesidades educativas especiales de cada alumno y alumna, que defiende también una mayor preparación de los docentes, el refuerzo al alumnado en cada momento que lo necesiten, diversificar los procedimientos o metodología empleada, sobre lo que ya me he pronunciado, y que critica la repetición de curso de un alumno como metodología de aprendizaje, puesto que efectivamente, hacer las cosas de la misma manera dos veces no es la solución; la solución está en hacerlas de manera distinta desde el principio.
   En definitiva, una atención más individualizada, con metodología adaptada para cada alumno/a, evitaría este error del sistema educativo que sólo ayuda a desmotivar a los estudiantes y a engrosar las cifras de fracaso escolar en España.

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