viernes, 25 de abril de 2014

Cualquier titulado no vale para ser maestro


   Ayer leí un artículo muy interesante en el periódico nacional El País, cuyo título dice Cualquier titulado no vale para ser maestro, que me gustaría compartir aquí para vuestro conocimiento, porque habla precisamente sobre la formación de los docentes en España. 
Parece ser que el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, se levantó un día inspirado, y tuvo la brillante idea de sugerir al Ministerio de Educación la posibilidad de que distintos titulados universitarios pudieran impartir clase en las aulas de Educación infantil y primaria sin formarse previamente en una facultad de Educación.

   Mi opinión queda clara en el anterior párrafo de manera implícita, pero vamos, por ser aún más evidente, le diría a este señor, que yo poseo una titulación universitaria hace años, de una carrera de ciencias, y no se me ocurriría la osadía de impartir clase en un aula de primaria sin una preparación adecuada para ello, que de ningún otro modo se puede alcanzar si no es pasando por una facultad de Educación. Cierto es que antes de comenzar a estudiar para ser maestra de primaria no me imaginaba lo complejo que puede llegar a ser enseñar a un niño, o más bien, lo difícil que es conseguir que ese niño aprenda realmente, por lo que sólo me queda pensar del presidente regional madrileño que su conocimiento acerca de la labor docente (la real, no la estereotipada) es la misma que tenía yo hace unos años: ninguna.
   Efectivamente, poseer conocimientos es indispensable para un maestro, debe ser algo inherente a la profesión, pero de la misma manera que lo es tener la capacidad pedagógica necesaria para ser capaz de transmitirlos significativamente.
   Afortunadamente, a Ignacio González le han dejado solo con su idea y la Comunidad de Madrid no ha visto respaldada su propuesta.

   En este amplio artículo, que yo encuentro sin desperdicio, nos hablan también de las medidas que se quieren implantar para cambiar el acceso a las facultades de Educación de algunas comunidades, de la voluntad del Ministerio de Educación de endurecer las pruebas de acceso a la función pública, y de incluir pruebas que acrediten un nivel de dominio de las destrezas comunicativas en una lengua extranjera y suficiente competencia digital. Al respecto debo decir que estoy de acuerdo, puesto que mi anterior entrada en este blog hablaba de la formación docente actual y de la necesidad, en mi opinión, de comenzar la tarea de dignificar esta profesión desde la base, es decir, desde las facultades. Frente a un aula de primaria deberían estar los mejores, o al menos, los que pretenden serlo. Puede que si se me aplicara ese rasero del que hablo para acceder a esta carrera, o si pasara por las pruebas que proponen actualmente para acceder a la función pública yo no aprobara o resultara adecuada, en cuyo caso me parecería lo más correcto. Porque para ser maestro, no cualquiera vale, por mucha titulación universitaria que cuelgue de la pared.

No hay comentarios:

Publicar un comentario